Todos alguna vez en nuestra vida hemos querido adquirir nuevos hábitos.
Dejar de fumar, agarrarle cariño a la lectura, entrar al gimnasio o comer mejor. Esos son algunos de los más comunes. Y en el intento de lograrlo, seguramente alguien te ha dicho algo así como: “Para que un hábito se quede registrado en tu mente, lo debes hacer durante 21 días”. Estoy seguro de que recordaste aquella ocasión en la que alguien te lo dijo o incluso tú se lo has dicho a alguien más.
Lo curioso es que lo decimos con tal seguridad, como si tuviéramos la certeza que brincado el día 21 estaremos convertidos en una nueva persona. Ante esta afirmación, surgen varias dudas:
- ¿Por qué 21 días?
- ¿Es real esa idea?
- ¿Por qué si es algo tan sencillo de hacer, poca gente lo logra?
Las 3 preguntas tienen una explicación.
La cuestión de los 21 días surge de uno de tantos estudios que afirman que después de dicha cantidad de días una persona comienza a acostumbrarse a realizar una actividad, pero no confirma que al pasar dicho periodo de tiempo tendrías un nuevo hábito. Así como hay estudios que afirman que 21 días, hay otras que dicen que 60 y otros que hasta 90. Aquí se respondería la segunda pregunta. Puede ser real o no.
Eso depende de cada persona.
Por eso, en esta ocasión te vamos a dar un sencillo consejo para lograr tener nuevos hábitos.
Lo primero que debes saber es que, según el libro “El poder de los hábitos” de Charles Duhiggun, un hábito se comprende de 3 fases:
- Señal
- Rutina
- Recompensa
Quiere decir que no solo se trata de intentar hacer algo nuevo durante 21 días y esperar a que tu cerebro se “programe”, como muchas veces nos dicen. Mas bien, se trata de ir formando una estructura mental en donde nosotros mismos podamos responder a ella.
La señal es el detonante o, en otras palabras, la conducta que hará que te lances a crear el hábito.
La rutina es la acción o el hábito que quieres desarrollar.
Y la recompensa es ese premio que te vas a dar por lograr la acción que debes cumplir.
Por ejemplo:
Supongamos que quieres desarrollar el hábito de salir a correr después del trabajo. Una buena señal sería, llegar a casa y ya tener los tenis para correr en tu sala, listos para ser usados. Al realizar eso, le estas dando una señal a la mente que estas listo para correr. Realizar la rutina es la parte medular del proceso, porque es ahí en donde se desarrolla el hábito, y la recompensa podría ser darte un baño caliente o una rica cena después de correr. Esta es una breve explicación.
En resumen. Deja de pensar en 21 días. Si quieres cambiar tu vida, hazlo un día a la vez.
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